¡Qué bueno fue vivir la ordenación diaconal de Denis en medio de nuestro barrio, en medio de nuestro pueblo, en medio de aquellos con quienes compartimos la vida desde hace más de tres años! En la vigilia de la ordenación, el viernes 2 de diciembre, organizamos un encuentro con algunos amigos de la Católica en el patio de nuestra casa en Macul. Allí, el Padre Thierry de Roucy, fundador de nuestro movimiento, nos presentó a Steve Jobs. Lo más impactante fue descubrir cómo a partir de la pasión de este hombre surgieron innovaciones e ideas, perseverancia en el trabajo y una aguda preocupación en anticipar los deseos del hombre. Tal pasión, convertida en la vida cristiana, tendría que revolucionar el mundo. El Padre Thierry nos ayudó a tener una mirada más amplia sobre Steve Jobs, que no redujo su acción a una finalidad meramente mercantil, sino más bien trató de entregarse a sí mismo plenamente en lo que más quería.
En la noche, en la Capilla San Norberto de Macul, el Padre Thierry nos invitó a contemplar el sentido profundo del diaconado según San Juan. El día iba terminándose con la adoración al Santísimo mientras nuestros corazones parecían ya dirigirse hacia el misterio del sacramento que recibiría Denis el día siguiente.
El sábado 3 de diciembre, en la Capilla Santa Elena, al lado del Estadio Monumental, Monseñor Ezzati, arzobispo de Santiago, celebró la ordenación en presencia de muchos amigos: vecinos, feligreses, miembros de la comunidad francófona, de la pastoral del deporte, compañeros de la universidad, en fin, rodeados de familiares. Una vez concluido el rito de la ordenación, nuestro nuevo diácono fue presentado a la asamblea y, en medio de una lluvia de aplausos, nuestro obispo confió a Denis: «¡increíble como lo quieren!». Luego, con alrededor de doscientas personas, compartimos un almuerzo durante el cual no faltaron pequeños discursos, así como tampoco el vino chileno, acompañado de cantos folklóricos con voces hermosas. Todo eso fue realizado gracias a muchas manos generosas que se entregaron para hacer posible este acontecimiento. Y aquí entonces tienen todos los ingredientes para vivir una ordenación a la chilena.